La Técnica Alexander, creada por el australiano Frederick Matthias Alexander a principios del Siglo XX, es una técnica de reeducación psicofísica que apunta a la integración de la totalidad de la persona en pos de un mejor uso
global.
Según su investigación y los resultados beneficiosos que tuvo en su propia dolencia y la de sus posteriores alumnxs, la solución a problemas puntuales de alineación e incluso atencionales y orgánicos, comienza en la integración general de la persona.
En su concepción no hay separación entre el cuerpo y la mente y por eso todos los procedimientos priorizan y propician su presencia coordinada y en diálogo.
El trabajo se basa en la observación del proceso de estímulo y respuesta, reconociendo la diferencia entre ambos, sus comportamientos internos y sociales y las oportunidades que la brecha entre ambos nos ofrece para afectar un cambio en nuestros hábitos de uso. Esos hábitos cotidianos que tienen un efecto profundo en nuestra postura,
proceso de pensamiento, funcionamiento orgánico y emoción, pueden cambiar si nos damos la oportunidad de hacerlos conscientes y discernir si son eficientes o no.
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La Técnica Alexander considera a la re educación de nuestra apreciación sensorial como la base para poder realizar cualquier actividad sin reforzar patrones habituales de uso desarrollados a lo largo de toda una vida y ha desentrañado a través de la investigación y la enseñanza la recurrente pregunta: cómo acceder a un modo
realmente nuevo de uso a partir del mismo sistema ya moldeado por los hábitos de toda una vida ?
Debido a que inicia su proceso en la base misma de la consciencia del individuo y su concepción del movimiento, esta técnica puede ser aplicada a cualquier proceso de aprendizaje y re educación de nuestro uso (comunmente llamado postura).
Los principios de la Técnica Alexander pueden ser aprendidos a través de la exploración grupal a través de actividades simples que de a poco se van complejizando. El trabajo profundo de reeducación psicofísica de cada individuo se lleva a cabo a través de clases individuales. La comunicación entre alumnx y profesorx se da a través de la palabra y el contacto de las manos del profesor sobre el cuerpo del alumno.
La asimilación de la experiencia requiere comprender el aprendizaje como un evento global de la persona que excede los procesos de razonamiento cotidianos y abarca al sistema nervioso en su totalidad.